Es 14 de febrero y espero ansiosa a Rubén, mi novio, el que amo tanto.
Quedó de verme en el parque, así que fuí pretendiendo no estar emocionada.
Tranquilamente me senté y esperé pacientemente.
Mientras estaba esperando vi a muchas parejas caminar abrazadas e intercambiando regalos.
Unas se daban rosas, otras muñecos de peluche y unas cuantas más globos y chocolates.
Me llenaba de alegría ver como cupido flechaba a esas parejas.
Se respiraba el amor.
Había pasado una hora ya desde que me senté a esperar a Rubén.
Moví mis pies para entretenerme un rato, la emoción me devoraba lentamente y la ansiedad jugaba con mi cabello que retorcía entre mis dedos.
Me preguntaba cómo sería cuando llegara Rubén ¿Me abrazaría por la espalda? ¿Me cubriría lso ojos y me preguntaría "¿Quién soy?"? ¿O me llamaría Carlota hermosa como casualmente lo hace?
Habían pasado tres horas ya desde que me senté a esperar a Rubén.
Comencé a preocuparme un poco, pero de inmediato me calmé. Apenas era el medio día y Rubén no me había especificado la hora de vernos en el parque.
Saqué mi cartera y la abrí. Adentro tenía la foto de Rubén y yo tomados de la mano en el parque de diversiones.
Me sonrojé y puse mi cartera en el corazón, de pronto sentí la mano de Rubén tomando la mía como en aquella foto, peor cuando abrí los ojos me dí cuenta que me dejé llevar por el momento.
Habían pasado ya siete horas desde que me senté a esperar a Rubén.
Definitivamente había comenzado a preocuparme. Incluso había adoptado el hábito de morderme las uñas, el cual había dejado hace cinco años.
"Calma Carly" me dije "Seguro piensa darte una sorpresa. El jamás te dejaría sola"
Respiré hondo.
Sentí como los acelerados latidos de mi corazón regresaban a la normalidad.
Ya no había nadie en el parque, ni parejas, ni Cupido.
Comencé a sentirme nerviosa otra vez y en mi mente me repetía "Seguro me tiene preparado algo muy grande, por eso se tarda"
Juegué con mis pies un rato y luego comencé a tararear nuestra canción.
Sentí que alguien me observaba desde los arbustos.
Habían pasado ya nueve horas desde que me senté a esperar a Rubén.
Quería mostrarme serena y tranquila, pero de veras sentía que alguien me observaba.
No sentía, lo sabía.
Alguien estaba ahí, acechándome. Y yo me encontraba desamparada.
"Vete" susurró una voz dentro de mi, tal vez mi conciencia "Es mejor que corras"
"¡No!" le repliqué "Rubén vendrá y no me encontrará. Me quedaré"
"Te lo dije..." suspiró mi conciencia y se esfumó.
Me sentpi enfadada, pero luego mi corazón se aceleró. Sentía que ESO que me estaba observando se acercaba.
Mi inconsciente quería hecharse a correr, pero yo no lo dejaría. No sin Rubén.
Decidí no mirar atrás, oía los pasos de ESO que se acercaba.
Cada vez lo sentía mas cerca.
MÁS
MÁS.
De pronto una mano se posó sobre mi hombro.
"Carlota hermosa" me susurró al oído. Era Rubén. Dí un suspiro de alivio.
Rubén rodeó la banca para quedar frente a mí y dijo "Perdóname por esto"
"¿Por qué?" Pregunté ingenua.
En ese momento Rubén metió su mano en mi pecho y me arrancó el corazón.
Grité como una loca, no podía soportar el dolor.
Muchas cosas pasron por mi cabeza mientras veía la sangre caer.
"Feliz San Valentín" me dijo y se fué.
Yo seguía gritando, me tiré al suelo.
Grité hasta que se me acabó la voz.
Después....dormí.
Han pasado ya 14 meses y 2 días desde que me senté a esperar a Rubén.
Cuando desperté aquel día, estaba en un lugar muy extraño.
Me encontraba acostada en una cama simple, no era mi habitación.
Giré la cabeza y vi la pared. No había muebles.
Quería frotarme los ojos, pero no pude estirar las manos.
Estaban pegadas a mi.
Tenía una camisa de fuerza.
No me asusté. Sólo quedé allí.
Jamas hablo.
Hoy entró mi enfermera, la señora González.
"¿Qué día es hoy?" pregunté por primera vez en mi estadía.
"Catorce de febrero" dijo extrañada la enfermera.
"Ah, lo imaginé" dije tranquila "¿Podrái llamar al doctor?, hoy me siento diferente"
"Claro cielo" dijo paciente la enfermera y corrió.
El doctor dijo que tuve un gran avance. Me quitó la camisa de fuerza.
Estúpido.
Han pasado ya 14 meses y 3 días desde que me senté a esperar a Rubén.
Hoy me encontraron ahorcada en mi habitación.
Han sacado ya mi cadaver sonriente. En la pared les dejé un mensaje "Feliz san Valentin"
